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El ministro de Salud de Brasil, Marcelo Queiroga, afirmó que el país “hizo los deberes” ante el brote de la viruela del mono. Durante la apertura de un taller sobre vigilancia sanitaria promovido por el ministerio el último lunes (25), Queiroga dijo que Brasil se ha preparado para hacer frente al virus y dispone de laboratorios para el diagnóstico, la identificación de los casos y el aislamiento de los pacientes.

“Desde el principio empezamos a hacer diagnósticos y el acceso al diagnóstico está disponible. Hemos alertado a las secretarías de salud de los estados y municipios. Los casos están identificados e aislados”, añadió el ministro.

Queiroga recordó la decisión del director general de la OMS, Tedros Adhanon Ghebreyesus, quien declaró que la viruela del mono es una emergencia de salud pública internacional, y mencionó la mayor incidencia del virus en los hombres homosexuales. “Ese discurso no es para estigmatizar a nadie. No podemos ocultar el hecho de que es una realidad, pero otros grupos también pueden tener esta enfermedad. De todos modos, aprendamos juntos cómo afrontar este problema de salud”.

Enfermedad

En Brasil se han confirmado hasta ahora 696 casos de la enfermedad. La viruela del mono está causada por un virus y se transmite por contacto estrecho con una persona infectada con lesiones en la piel. El contacto puede producirse a través de abrazos, besos, relaciones sexuales o secreciones respiratorias. La transmisión también se produce a través del contacto con objetos, tejidos (ropa, ropa de cama o toallas) y superficies que han sido utilizadas por la persona infectada.

No existe un tratamiento específico, pero, en general, los cuadros clínicos son leves y requieren cuidado y observación de las lesiones. El mayor riesgo de empeoramiento se da, en general, en personas inmunodeprimidas con VIH/SIDA, leucemia, linfoma o metástasis; personas trasplantadas o con enfermedades autoinmunes; mujeres embarazadas o lactantes; y niños menores de 8 años.