Réquiem a todas estas Glorias del Pentagrama Musical de Masaya Nicaragua

Autor Bayardo Quinto Núñez

Cuenta la historia y escribe este tema Bayardo Quinto Núñez hijo del violinista Amando Quinto Jirón (q.e.p.d) conforme datos que recopiló y algunos archivos personales que tiene de su padre. Ejemplo clásico de sangre artística. La historia arguye que Masaya Nicaragua engendró a un genio Alejandro Vega Matus (q.e.p.d) quien fue músico, compositor y director de la orquesta clásica nicaragüense denominada Alejandro Vega Matus y se dice que es reconocido como pionero de la identidad musical de Nicaragua por ser el autor nacional del primer son nica, compuso música culta y popular que incluyen oberturas, marchas militares y fúnebres, fox trot, polkas, mazurcas, los intermezzos, por ejemplo: Murió de un beso, La agonía del crepúsculo, los valses, Cascada de perlas, Amanda, María Teresa, Filomena, Ave Marías y cinco cantos de La gritería: Salve Azucena Divina, Ave María, Por eso el cristianismo, Tu gloria tu gloria y Toda Hermosa, La Mama Ramona, y muchas más obras musicales que se compusieron.

Continúa arguyendo la historia. Masaya también engendró a don Alberto Gutiérrez Laguna, (q.e.p.d) quien compuso Mazurcas, Polkas, marchas militares, boleros como Ojos de misterio, sones de pascua como Cachinflín, entre muchas obras más, y fue fundador y director de la escuela de música del Instituto Nacional de Masaya, “Manuel Coronel Matus” la cual desapareció en 1970. Nunca se supo por qué despareció la escuela.

También, la historia nos dice que Masaya parió a Carlos Ramírez Velásquez, (q.e.p.d) otro genio del pentagrama, fue un compositor clásico de música sacra, su fervor lo llevaba a multiplicar sus acercamientos amorosos al niño dios y a la Virgen María. Compuso sones de pascua, valses, entre muchas más obras clásicas musicales que le han dado Gloria a Nicaragua y un canto, himno a la Virgen de Guadalupe de México que todavía se canta en su día, y la historia también cuenta que Carlos Ramírez Velázquez es el creador del “Himno a Masaya” compuesto en 1939. “La sinfonía de las Américas” en 1945. Y la sinfonía “Managua”, dedicada a la madrina de la Orquesta Sinfónica, Lolita Soriano.

A todo este historial se añade, a Carlos Quinto Jirón (q.e.p.d) mi tío, quien fue violinista de la orquesta de don Carlos Ramírez Velázquez y a mi papá Amando Quinto Jirón, quien fue músico integrante de la orquesta Vega Matus de la primera generación dirigida por Alejandro Vega Matus, y de la segunda generación, dirigida por Ramiro Vega, siendo mi padre violinista de dicha orquesta 50 años, y “condecorado con la medalla al mérito en oro Alejandro Vega Matus”; mi tío como mi papá, fueron ejecutantes del violín, con la salvedad que mi tío Carlos fue compositor y tocaba guitarra y piano, entre otros instrumentos. Masaya es cuna de artistas… Todos estos grandes músicos llenaron de gloria a Masaya.

Hace 59 años el violinista Amando Quinto Jirón, (q.e.p.d.) muere un 3 de abril del año 1963, a las 11:55 de la noche. Este virtuoso del violín ingresó a la Orquesta “Vega Matus” cuando sólo tenía 13 años de edad, y quien le enseñó los primeros pasos fue el tío de Alejandro Vega Matus, don Carmen Vega, otro violinista de renombre en la historia musical masayés. Cinco días antes de fallecer el virtuoso del violín Amando Quinto Jirón, lo condecoraron como se refiere arriba, por todos sus aportes a cada una de las obras y por sus brillantes ejecuciones con su violín mágico y su arco que hería las cuerdas para hacer vibrar el pensamiento del oyente.

Amando Quinto Jirón, poseía características muy especiales como músico, fue también ejecutor a primera vista y sobre todo confiaba en su arte, la música fue su religión y su vida, y, en medio de su agitada vida, era de temperamento nervioso y un tanto huraño, pero poseedor de una mirada penetrante como guardadora de un secreto que quería ocultar, pero nunca pudo ocultar, era su amor a la música poseída por su alma. Era un peregrino del arte, al ejecutar su violín mágico que cautivaba a sus deleitantes de le época cuando hería con el arco las cuerdas armoniosas de su instrumento. Fue un fiel seguidor del maestro y virtuoso del violín el Italiano Niccolò Paganini Bocciardo, era su pasión, emoción.

Aquel violín que tanta veces disfrutó la población masayés y otras personas, ejecutado por el maestro del pentagrama Amando Quinto Jirón dejó de oírse con su muerte. La orquesta “Vega Matus” tuve largas trayectorias de conciertos en el ámbito nacional, y conciertos sinfónicos, en esas jiras artísticas mi padre Amando Quinto Jirón, y todos los músicos integrantes de la afamada Orquesta “Vega Matus” se cubrieron de mucha gloria en su época al igual la orquesta de don Carlos Ramírez Velázquez, y don Alberto Gutiérrez Laguna desde la escuela de música y su orquesta de la época.

Este réquiem pos morten es dedicado a mi padre Amando Quinto Jirón, a mi tío Carlos Quinto Jirón y los mencionados músicos, y compositores de la época, que, se merecen el fiel respeto, y que, no creo sean igualados, ni remedados. Fueron ciudadanos intachables, de una limpia trayectoria, sin sombras, y cuando se les vio desaparecer del mundo de los vivos para ir a gozar de la visión beatifica del Señor de las misericordias como recompensa a sus nobles atributos y aportes al arte musical y a sus virtudes excelsas, Masaya lo lamentaba.

Que descansen en paz. Han dejado buen legado de composiciones y ejecuciones magistrales, y es parte de nuestra historia y patrimonio Nacional. Que en paz descansen, todos los músicos que conformaron estas grandes orquestas. Honor y respeto a todos y una flor hasta sus tumbas.

Sobre el autor de este tema letrístico Bayardo Quinto Núñez Escritor, pintor, músico y columnista opinionista

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