Por Mino D’Blanc
El experimentado y talentoso actor Ricardo Franco da vida a Ramiro Salcedo, en la exitosa telenovela “Amor dividido”, que se transmite de lunes a viernes a las 18:30 horas por “las estrellas”.
El personaje nació en San Antonio, Texas. Es hijo de migrantes mexicanos. Decide trabajar como policía, ya que cree en la justicia y en llevar a los criminales a la cárcel, pero en realdiad buscó esta profesión debido a que es un hombre sumamente inseguro y el hecho de vestir un uniforme de autoridad, llevar una placa como policía y portar un arma, lo empodera. Ramiro se muestra como un hombre agradable, un tipo relajado, caballeroso, respetuoso, simpático y encantador. Esos atributos los mantiene siempre y cuando se sienta en un ambiente seguro, donde sea admirado y tenga el control. Es estructurado e impone reglas en sus relaciones amorosas. Cuando algo no sale a su manera y se vuelve presa de sus inseguridades, deja salir a flote su verdadera esencia: machista, misógino, violento, celoso enfermizo y capaz de destruir a la mujer que ama si esta no se somete completamente a su voluntad. Se enamora perdidamente de Xiomara (Mar Bonelly); lo cautiva su fuerza, su alegría, el optimismo que ella siempre expresa, sus ganas de comerse al mundo y la forma en que lucha por su libertad. Xiomara, al principio, corresponde sinceramente a sus sentimientos, pero todo empieza a cambiar cuando poco a poco se da cuenta que Ramiro la considera como un ave preciosa, pero que no debe violar ni compartir con nadie, por lo que intenta aprisionarla en una jaula.
Platicamos con Ricardo Franco, gracias a las finas atenciones de la licenciada Denisse Cabrera, de Televisa.
MD’B: Platícanos sobre Ramiro, el policía aduanal al que das vida en “Amor dividido”.
RF: Ramiro es un agente aduanal de los Estados Unidos. Es cero corrupto, es una persona muy ética y muy apegado a la ley. Por amor por ahí le da chance a Julia de poder escaparse, porque la descubre en un tambo y saca lo noble, pero esa nobleza trae el interés de Xiomara, que es la que le gustó que es su pareja actual. Él se basa mucho y se rige mucho por las redes, como son los policías aduanales gringos, pero esta vez sí se corrompe un poquito, pero por amor.
MD’B: ¿Cómo llegó este personaje a tu vida?
RF: Yo estuve en “Llena de amor” hace varios años y me volvió a hablar para “Tres veces Ana”, no podía hacerla. De pronto termino “Sin miedo a la verdad” en donde hice el personaje de Nicolás que también era un policía, pero él de operativos, más elite, y le gustó mucho mi trabajo y cuando yo estaba haciendo “Mi fortuna es amarte” me llaman directamente y me preguntan si estaba desocupado porque tenían un personaje y Angelli Nesma quería que yo lo hiciera. Le agradezco mucho la oportunidad y la confianza para hacer este personaje y por eso nace de ahí.
MD’B: ¿Qué le aprendes a Ramiro?
RF: Le aprendo en cuanto a la relación; es amoroso pero es obsesivo, es detallista pero es posesivo, es el típico macho mexicano que no la golpea pero sí la deja encerrada, no la deja cumplir sus sueños, no la deja hacer como su vida, porque él está acostumbrado que es el proveedor que lleva las cosas. Y lo que le aprendo es que uno de pronto con las parejas comete el error por protección; ellas a lo mejor lo ven mal de pronto y se confunden los roles y pareciera que uno es el que prohíbe. Entonces esto es lo que yo le aprendo a mi personaje y lo que me deja, porque en alguna parte de mi vida y de mis relaciones yo he hecho ese tipo de cosas, no al grado como lo hace Ramiro de que no las deja salir y eso, sino por protección las acosa y se sienten ellas como si uno las celara y así. Entonces me deja esto que tengo que abrir más mis horizontes, mi mente, para darles más libertad, porque la verdad que yo siempre he estado a favor de la mujer y por este tipo de personajes me doy cuenta luego, luego, lo reprimida que pueden estar, a veces sin estarlo. A veces sí se pueden confundir las cosas.
MD’B: ¿En qué no se parece a ti?
RF: En lo racista, en eso sí no se parece a mí. Él es medio racista, elitista y en eso sí no. Yo soy protector más no obsesivo. Yo paso por ti, yo voy por ti, pero él no, él va y busca a la persona sin que le hable, va y la busca en el trabajo, la deja encerrada en su casa y se sale y no le deja las llaves sabiendo que ella tiene que hacer cosas. Yo no, yo sí les doy toda la libertad, yo no estoy llamándoles por teléfono y preguntándoles dónde andan. En lo que no se parece a mí es en eso y en que es muy racista, que por desamor también hace locuras; esto todavía no se ve en la novela, pero hace una tontería que perjudica a bastantes personas y yo no haría eso.
MD’B: ¿Qué tanto cambia tu personaje desde el principio hasta el final de la telenovela?
RF: Sí, sí cambia. Puede parecer que tiene tintes malos, de villano, pero no es un villano. Es un personaje complejo, pero creo que así lo enseñaron a querer, así lo enseñaron a amar y no sabe controlar sus emociones, entonces llega al límite que se desborda. Hice una escena que para mí creo que es la mejor escena de mi carrera; me la aplaudieron mucho y me la chulearon en el foro y es, al final casi casi de lo que está haciendo el personaje cómo se desconecta y se vuelve un niñito que da mucha ternura; uno ve al macho, policía, grandote, como se ven en carácter y físico, hecho un niño, un niño cobarde, un niño desprotegido, un niño asustado.
MD’B: Esos personajes son difíciles, esas escenas son encantadoras pero difíciles. Te conllevan a una sensibilidad extrema.
RF: Sí, y créeme que traía varios bagajes de eso porque tenía muchas cosas que sacar. Yo estudié aparte del CEA, el método de Lee Strasberg y es transformar las emociones. Por ejemplo, yo le metí todo lo que me ha pasado en la vida; fallecieron mis papás hace año y medio, mi perrito también, mi abuela, y otras vicisitudes que uno tiene y todos se los puse en esa escena y aunque sé que es ficción, estaba lo más apegado y el 99% desconectado de mí, o sea, haciendo lo que sintiera más a parte fusionándolo con lo que siente el personaje, de la impotencia de que no puede controlarse, llegué a este punto, que según yo, quedaron muy bien. Me aplaudieron e inclusive algunos me dijeron que fueron las escenas más chidas de toda la novela.
MD’B: ¿Por qué el público tiene que ver “Amor dividido?
RF: La tienen que ver porque tiene variedad de personajes de diferentes países, de diferentes nacionalidades, diferentes matices. Todo lo rige la pasión, el amor, el deseo, la corrupción, como la gente en la vida cotidiana y eso es lo que hace que conecte. Hay de todas las edades; no se enfocan nada más en la pareja de los protagonistas, sino sí se enfocan en todos; todos tienen su carnita, todos tienen sus problemas y yo creo que eso es lo que conecte con la gente, porque yo creo que todos se sienten identificados con ese tipo de personajes que tienen tanta variedad, básicamente por eso. Por eso no se la pueden perder porque se está poniendo interesante y vienen cosas muy buenas, muy sacadas de la realidad, diría yo.
MD’B: Además de “Amor dividido”, ¿qué viene para este 2022?
RF: Ahorita estoy produciendo una obra llamada “Castigados” y ahorita la acabo de presentar otra vez, después de pandemia. En Aguascalientes retomamos la temporada, estoy cerrando con otras ciudades. Voy a estrenar una obra en mayo que se llama “El tema”, que es una pareja hetero, yo hago la pareja hetero con Zoraida Gómez y está muy padre “El tema”, porque son varios temas pero el principal se dice hasta el final y es como un cambio de roles de pareja y de cómo se van descomponiendo las cosas y parte también hago la versión gay; esa la hago con Eleazar Gómez, es el mismo personaje pero en versión gay.
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