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Hace un año, el 1 de febrero de 2021, las autoridades militares de Myanmar derrocaron por la fuerza al Gobierno civil, lo que constituyó una flagrante violación de la voluntad del pueblo expresada en las elecciones generales del 8 de noviembre de 2020. Esa acción puso fin a la transición democrática del país con consecuencias desastrosas en el plano humanitario, social, económico, de la seguridad y de los derechos humanos. Desde el inicio de la crisis, la UE apoya de manera inequívoca al pueblo de Myanmar, que sigue luchando por el regreso de la democracia.

La Unión Europea está profundamente preocupada por la continua escalada de la violencia y por la evolución hacia un conflicto prolongado con consecuencias para la región. Desde el golpe de Estado militar, la situación ha ido deteriorándose de forma continua y grave. Una gran parte de la población se encuentra actualmente en una situación muy precaria, caracterizada por la pobreza, la escasez de alimentos, los desplazamientos y la violencia. Más de 1 500 personas han sido asesinadas, más de 8 600 están detenidas y 80 han sido condenadas a muerte. El golpe de Estado ha provocado más de 400 000 nuevos desplazados, una cifra que hay que sumar al casi millón de refugiados de Myanmar en los países vecinos.

La Unión Europea condena con la máxima firmeza las graves violaciones de los derechos humanos que siguen produciéndose, como la tortura, la violencia sexual y de género, la persecución constante de la sociedad civil, los defensores de los derechos humanos y los periodistas, y los ataques a la población civil, en particular a las minorías étnicas y religiosas, por parte de las fuerzas armadas de Myanmar. Por consiguiente, la UE pide que los dirigentes responsables del golpe de Estado, así como los autores de actos de violencia y violaciones de los derechos humanos rindan cuentas de todos sus actos. La UE reitera asimismo su firme exigencia de que se libere de forma inmediata e incondicional a todos los presos detenidos arbitrariamente en relación con el golpe de Estado y se devuelva el poder a los dirigentes elegidos democráticamente.

Con carácter prioritario, la UE reitera sus llamamientos en favor del cese inmediato de todas las hostilidades y del fin del uso desproporcionado de la fuerza y del estado de excepción. Las autoridades militares deben garantizar que todas las personas desplazadas y necesitadas, en todo el país, puedan acceder de forma rápida, segura y sin obstáculos a la ayuda humanitaria. La Unión Europea seguirá prestando ayuda humanitaria de conformidad con los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia y reitera su llamamiento a que se respete de forma plena e inmediata el Derecho internacional humanitario.

La Unión Europea reitera su firme apoyo a las iniciativas de la ASEAN para encontrar una solución pacífica a la crisis y subraya la necesidad de que Myanmar aplique rápida y fielmente el Consenso de Cinco Puntos que la ASEAN alcanzó el 24 de abril de 2021, en particular el diálogo inclusivo con todas las partes afectadas —entre ellas el Gobierno de Unidad Nacional, el Comité Representante de la Pyidaungsu Hluttaw y los grupos étnicos—, y que el enviado especial de la presidencia de la ASEAN dé acceso a todas las partes interesadas. También apoyamos plenamente a la enviada especial del secretario general de las Naciones Unidas, Noeleen HEYSER, y acogemos con satisfacción su estrecha coordinación con la ASEAN. Nos sumamos a su llamamiento a que todas las partes interesadas se esfuercen por instaurar un clima de confianza y a que se realicen avances concretos sobre el terreno.

En vista de la escalada de la violencia en Myanmar, es necesario aumentar las medidas internacionales en consonancia con el embargo de armas que la UE ya aplica a Myanmar. Desde el golpe de Estado militar del 1 de febrero de 2021, la UE ha impuesto sanciones específicas al ejército de Myanmar, a sus dirigentes y entidades. Si la situación del país no progresa rápidamente, la UE está dispuesta a adoptar nuevas medidas restrictivas contra los responsables de socavar la democracia y de cometer violaciones graves de derechos humanos en Myanmar.

Se suman a la presente Declaración Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia y Albania1, países candidatos; Bosnia y Herzegovina, país del Proceso de Estabilización y Asociación y candidato potencial; e Islandia, Liechtenstein y Noruega, países de la AELC miembros del Espacio Económico Europeo; así como Ucrania, la República de Moldavia y Georgia.

1 Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia y Albania siguen formando parte del Proceso de Estabilización y Asociación.