Staff/Rossi
Existen varias razones por las que una empresa decide no contratar a un aspirante. Los reclutadores valoran cómo se expresa el candidato sobre su trabajo anterior, qué tanto conoce de la organización, su experiencia y si hay información curricular relevante para concretar una entrevista.
Estar poco o demasiado capacitado para la vacante es otra de las razones comunes por las que los aspirantes son descartados en un proceso de selección. El desempeño en las diferentes entrevistas también influye en la contratación de una persona u otra. Sin embargo, existen otras causas que no deben de tener peso a la hora de seleccionar al mejor perfil.
De acuerdo con el Artículo 133 de la Ley Federal del Trabajo, los patrones o sus representantes tienen prohibido negarse a aceptar a trabajadores por razón de origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otro criterio que pueda dar lugar a un acto discriminatorio.
“Las características personales de los candidatos no deben de influir a la hora de buscar un empleo. Las empresas deben de desarrollar procesos para erradicar la discriminación y, de esta manera, concentrarse en las aptitudes y conocimientos. Asimismo, se debe ponderar la creación de espacios seguros, incluyentes y respetuosos”, señala Andrea Rojas, Head de People Operations en Runa, plataforma de nómina y gestión de Recursos Humanos.
Además, el Artículo 4 de la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación describe como discriminación toda distinción, exclusión o restricción tenga por efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas.
En este sentido, de acuerdo con Runa, estas son cinco razones injustificadas por las que una empresa no contrata a una persona:
Forma de vestir, tatuajes o perforaciones. De acuerdo con cifras del Consejo para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), uno de cada 10 mexicanos cuenta con un tatuaje; es decir, aproximadamente 12 millones de personas. A pesar de ser una práctica cada vez más común, algunas personas todavía son discriminadas por tener tinta grabada en su piel. Según cifras de una encuesta realizada por la bolsa de trabajo OCCMundial, 65% de los profesionistas encuestados consideraron que el uso de tatuajes y perforaciones genera discriminación en el ámbito laboral.
Discapacidad. Cifras del estudio Discriminación estructural y desigualdad social, elaborado por el CONAPRED y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), revela que la participación laboral de personas con discapacidad es menor que la de aquellos que no tienen una. Solamente el 48.6% de las personas con discapacidad motriz tienen trabajo. Según este informe, las tasas de ocupación son menores para las personas con discapacidades múltiples y quienes tienen discapacidades cognitivas.
Embarazo. De acuerdo con la CONAPRED, estar embarazada es la primera causa de discriminación laboral en nuestro país. Solamente en el periodo comprendido entre 2011 y 2017 se presentaron 746 quejas por presunta discriminación. En algunos lugares incluso piden un certificado de no embarazo. Esta práctica es ilegal. Desde 2014, tras una reforma a Ley General de Acceso De Las Mujeres a Una Vida Libre De Violencia, se considera como violencia laboral pedir la presentación de certificados médicos de no embarazo para el ingreso o ascenso en el empleo.
VIH/SIDA. Las personas que viven con VIH o SIDA todavía son estigmatizadas en la sociedad y, específicamente, en el ambiente de trabajo. Según datos de CONAPRED, de 2012 a 2018 analizaron 301 denuncias por discriminación a este sector, el 41% de las quejas se dieron en el ámbito laboral. Debido a los prejuicios, a los pacientes de VIH y SIDA se les vulnera el derecho a un trabajo digno y se les niegan empleos. Ninguna empresa puede exigir la prueba de VIH como requisito para contratar.
Enfermedades. Durante la pandemia de COVID-19, algunas empresas solicitaron candidatos que no tuvieran enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, obesidad, asma, enfermedades renales, entre otras. Según el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) padecer alguna enfermedad es una de las principales causas de discriminación en el país. Estos actos se reflejan en odio, violencia, rechazo, burla, exclusión, persecución, difamación, ofensas o injurias que limitan las oportunidades de empleo, permanencia o ascenso laborales.
Estas prácticas discriminatorias por procedencia étnica, nacionalidad, religión, género, orientación sexual, embarazo, las condiciones de salud, discapacidad, y otros factores, están prohibidas por distintas leyes. Las personas que hayan sido víctimas o conozcan de un presunto acto o práctica discriminatoria pueden acudir al CONAPRED para denunciar estas conductas.