El negocio de las estancias infantiles

Fauna Política

Por Rodolfo Herrera Charolet

Las estancias infantiles se organizan de distintas maneras, hay seis colectivos que controlan muchas de ellas y hay otras más que no pertenecen a ninguna agrupación. Según las cuentas del gobierno, hasta un 80 por ciento de las estancias se presentaban irregularidades. No todas de la misma gravedad, destacando aquellas donde detrás de varios establecimientos hay políticos que administran “consorcios” de estancias: abren varias con testaferros, trafican con información entre unas y otras, dan de alta a niños a los que no atienden (logran lo anterior al tomar para una supuesta lista de espera los datos de infantes que son rechazados “por no tener de momento cupo”), cobran en demasía, entre otras irregularidades.

Ante esa realidad, el gobierno se planteó que los niños de 4 años fueran directo a preescolar, y, por tanto, las reglas de operación cambiaron para que ya no se admitieran a los menores y reducir el presupuesto asignado de 4 mil millones a 2 mil millones de pesos, en el presupuesto de 2019. Otro mecanismo de control fue el establecer 950 pesos como tope mensual de apoyo a padres y madres con necesidad de que sus hijos sean atendidos en una estancia.

Fuentes del gobierno afirman que se daban casos de abusos donde se cobraban hasta 3 mil pesos, además del subsidio, claro está, que el gobierno transfería a las encargadas de la estancia y no a las beneficiarias, lo que representaba un lucrativo negocio a costas del dinero público y necesidad social.

En cuanto al elemento, las estancias fueron creadas en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, en donde se dio especial atención a los solicitantes que el actual presidente llamada “conservadores”, en donde hasta familiares cercanos a la pareja presidencial obtuvieron autorizaciones, que como ya es conocido, derivo en una tragedia nacional con el incendio de la guardería ABC.

Otras irregularidades presentadas en las estancias infantiles, además de quitar el control de las mismas a los grupos políticos que ejercen influencia en las decisiones de dichos organismos que atienden la necesidad social, llevaron al gobierno de la república en cambiar las reglas de operación. El dinero asignado a dichas instancias llegará ahora directamente a las/los beneficiarios, sin intermediarios. Así el viejo esquema de estancias infantiles podrá seguir operando, aún cuando tendrán que competir en el libre mercado y contra la propuesta del presidente que sea un familiar quien cuide de los menores.

El modelo de micro estancias ya está en marcha, si un grupo de madres y/o padres de menores se organiza, bien puede montar una estancia infantil para 10 niños, con

un presupuesto garantizado del gobierno de 9500 pesos mensuales, que podría pagar a una educadora que en las escuelas privadas tiene un menor sueldo o dárselo a un familiar y que el ingreso de la familia se vea incrementado por esa aportación y empleo remunerado por el colectivo que participa.

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