El divorcio Espinosa-Sierra

Fauna Política

Por Rodolfo Herrera Charolet

La utilidad práctica del matrimonio del ex presidente de Cholula José Juan Espinosa Torres y de la senadora Nancy de la Sierra, ha concluido, de hecho terminó en el 2018, cuando logró Sierra un escaño en la tribuna más alta del país. Con la curul en su poder, Nancy podrá continuar con su vida política de ascenso vertiginoso, quizás imitando a la argentina Eva Perón (Eva María Duarte).

La fama pública y política de Espinosa Torres ya representa un lastre, además de los escándalos sobre corrupción, delincuencia organizada, peculado entre otros presumibles ilícitos, que pesan sobre su pareja. Esta situación daña en gran medida la carrera política de ambos, que desde el 2018 transita por carriles distintos, exitosos en esos días de ambos.

Los errores estratégicos cometidos por Espinosa, al estirar demasiado la liga, provocó su abrupta caída, trastocando los resortes políticos de su esposa. Esta situación sin duda pone en peligro la consolidación de sus respectivas riquezas. Así que lo práctico e inmediato, es el divorcio, al menos desde el punto de vista legal y público. Porque en los hechos, cada uno ya tenía proyectos propios.

En días pasado, La senadora de la Sierra, fue acusada de traicionar al presidente, tras votar en contra de la desaparición de más de un centenar de fideicomisos, que pesos más o pesos menos el presidente ordenó su extinción. Decisión no acatada por la senadora, quien afirmó ser una aliada pero no empleada del presidente y adjudicándose por si misma el resultado electoral que la llevó a la curul del Senado de la República. Esta traición o lo que se dice de ella, puede ser el motivo de caer de la gracia del círculo cercano al poder quien no meterá las manos para salvar el prestigio de la senadora, en caso de que su riqueza no esté bien sustentada en ingresos propios.

Sin ser ave de mal agüero o pretender adivinar el futuro, la separación de ambos es inminente como necesaria, sin dejar de lado las pesquisas que realizan las autoridades federales en cuanto al origen de la riqueza de ambos, aun cuando los bienes estén a nombre de sus hijos o familiares cercanos. Cuando no se está con el régimen o con quien manda, a los enemigos se les aplica la ley… la ley a secas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Categorías