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En los Estados Unidos hay 7.800.000 casos de COVID-19 y más de 210.000 muertes. Al comienzo Trump alabó la efectividad del gobierno chino para atacar la pandemia, pero luego, en un giro de 180°, rechazó las críticas a su propio manejo de la lucha contra el COVID-19 y lo describió como el “virus
Los documentos que exhibió el 31 de agosto el Subcomité Selecto de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos sobre la Crisis del Coronavirus muestran que los funcionarios de la administración Trump restaron importancia a la pandemia. “Desde el mes de junio, la Casa Blanca tenía conocimiento del aumento de casos en todo el país”, sin embargo, la administración Trump pidió reiteradamente la reapertura de la economía. La postura de la administración facilitó que se produjeran 58.000 muertes adicionales.
Desde su elección en 2016, la prioridad de Trump ha sido lograr un segundo período en la Casa Blanca.
Ni siquiera la pandemia y sus cientos de miles de muertes pudieron modificar ese plan.
Trump quiso demostrar su “dureza” con respecto a China al aumentar las tasas a los bienes de consumo chinos. Toda esta demostración de condena hacia China ayuda a Trump a mantener el favor de sus votantes y de los grupos de interés que lo respaldan.
Antes de la pandemia, la economía estadounidense mejoraba lentamente y la tasa de desempleo cayó. Trump presumió este crecimiento como un logro propio.
Las grandes corporaciones y los grupos de interés conservadores que respaldan a Trump quieren que la economía de los Estados Unidos sea sólida y que el mercado de capitales tienda al alza. Por eso el presidente se centró en el desempeño del mercado accionario pero restó importancia a la pandemia.
Trump se negó a llevar una mascarilla en público y atacó a Joe Biden, el candidato demócrata a la presidencia, por llevar una. Pero cuando finalmente el presidente se puso una mascarilla en julio, se autodenominó como un patriota.
Trump ha politizado la pandemia al culpar a otras naciones y descargar sus responsabilidades en sus rivales políticos.
No hay curas mágicas disponibles antes de las elecciones de noviembre. La única manera de dar un nuevo impulso a la economía de los Estados Unidos requiere que antes se detenga la propagación del virus.
Video: https://www.youtube.com/watch?v=1OyY7wmCaDo
FUENTE CGTN