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El estado brasileño de Paraná planea llevar a cabo las pruebas de la fase 3 de la vacuna rusa contra el nuevo coronavirus, denominada Sputinik V. Así lo informó este miércoles (26) Jorge Callado, director presidente del Instituto de Tecnología de Paraná (Tecpar), durante una audiencia de la comisión externa de la Cámara de Diputados que se ocupa de las acciones para enfrentar la pandemia.

Tras el anuncio de la vacuna rusa, el gobierno de Paraná firmó un acuerdo de cooperación con el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RFPI, por sus siglas rusas) para probar, producir y distribuir la vacuna en territorio brasileño. El primer paso, informó Callado, será someter los resultados de las fases 1 y 2 a la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa). “Estamos trabajando para realizar la fase 3 en territorio brasileño después de enviar a Anvisa las informaciones relativas a las fases 1 y 2”, dijo. “Luego buscaremos avanzar los trámites para fabricar la vacuna en territorio brasileño, quizás de manera consorciada”, agregó.

En Rusia, las pruebas de la fase 3 de la vacuna comenzarán la próxima semana. El gobierno ruso planea aplicarla a 40.000 voluntarios en dos dosis intramusculares —una inicial y otra a los 21 días—.

Durante la audiencia, Alexander Gintsburg, director del Centro de Epidemiología y Microbiología Gamaleya —desarrollador de la vacuna—, habló de las particularidades de la vacuna rusa, que utiliza dos tipos de vectores adenovirales, Ad5 y Ad26. Tanto la vacuna de Oxford como la china CoronaVac, que se están estudiando en Brasil, utilizan un solo vector.

El uso de dos vectores, detalló Gintsburg, es una tecnología que ha sido desarrollada por el centro ruso desde 2015 y ya se ha aplicado con éxito en las vacunas contra el Ébola y el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS). Dijo asimismo que los estudios preliminares con un grupo de 1.000 personas apuntan a que la vacuna podría generar una inmunidad al COVID-19 de hasta dos años.

Según informó Gintsburg, el acuerdo con Brasil contempla la producción de 60.000 dosis de la vacuna, aunque la intención de Gamaleya es aumentar esa cantidad mediante acuerdos. Ya tenemos un acuerdo para producir 60.000 dosis, pero queremos producir hasta 300.000 dosis por año”, dijo. “Podemos probar y realizar ensayos clínicos en Brasil y producir la vacuna para distribuirla no solo en Brasil, sino también en América Latina”, agregó Gintsburg, quien afirmó que el gobierno ruso prevé producir internamente 120 millones de dosis de la vacuna cada año.