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Uno de los mayores desafíos para las empresas en el 2025 será mantener un equilibrio entre la inversión necesaria para operar y el control riguroso de los costos. Se volverá aún más complicado cuando el gasto está disperso en múltiples áreas, como sucede con la gestión de líneas móviles corporativas. Aquí, la falta de visibilidad y las prácticas ineficientes suelen derivar en excedentes innecesarios y presupuestos inflados, desviando recursos valiosos de otras prioridades estratégicas

Ikusi, empresa especializada en digitalización y ciberseguridad con presencia en varios países, enfrentaba justamente esta situación. Con más de 566 líneas móviles en operación y un gasto mensual que ascendía a más de doscientos mil pesos, la compañía necesitaba una solución que le permitiera no solo reducir costos, sino también entender y gestionar mejor el uso de estos recursos. La situación no era sostenible: los excedentes y la falta de control sobre los planes contratados representaban una fuga constante que limitaba su capacidad de optimización operativa.

La solución llegó a través de la plataforma Keytia, un desarrollo tecnológico implementado junto a su partner DTI, con quien Ikusi colabora. Keytia no solo centralizó toda la información del gasto, sino que también permitió auditar las líneas móviles, identificar áreas de mejora y generar reportes con indicadores clave para la toma de decisiones estratégicas. A diferencia de las soluciones tradicionales, Keytia ofrecía algo más valioso: claridad y control.

En poco tiempo, Ikusi logró negociar planes más eficientes con su proveedor, reduciendo su gasto mensual en un 48% y alcanzando un ahorro anual de un millón de pesos. Pero más allá del ahorro, la verdadera victoria fue la transformación de su modelo de gestión. Con la implementación de Keytia, la empresa no solo ganó visibilidad sobre el uso de sus líneas móviles, sino que también estableció un control que mantiene los gastos por excedentes por debajo del 10% del costo mensual.

Esta transformación no solo impactó las finanzas de la empresa; también cambió su cultura organizacional. Los colaboradores comenzaron a recibir notificaciones personalizadas sobre su consumo, fomentando un uso más consciente y responsable de los recursos. Además, la visibilidad del inventario alcanzó un 95%, permitiendo que la empresa pudiera tomar decisiones rápidas y acertadas sobre ajustes y renovaciones.

Ikusi no se limitó a adoptar una solución tecnológica; la complementó con un enfoque centrado en la experiencia del cliente. A través de un servicio de atención personalizada, la empresa ofreció soporte constante, capacitación y generación de reportes bajo demanda. Este enfoque proactivo no solo resolvió problemas, sino que también identificó nuevas oportunidades de mejora, consolidando un modelo de gestión ejemplar.

El caso de Ikusi es un recordatorio poderoso de que la eficiencia operativa no es un lujo, sino una necesidad. La verdadera transformación digital no reside únicamente en implementar nuevas tecnologías, sino en cómo estas se integran a las operaciones para generar valor. Las empresas buscan maximizar cada peso invertido e Ikusi demuestra que, con visión, estrategia y los socios adecuados, los retos más complejos pueden convertirse en victorias significativas.