Caso Lydia Cacho, la caja de pandora que puede terminar de reventar a la oposición

DEBATE

Por Roberto Desachy Severino

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En 2006, cuando el descerebrado Vicente Fox era presidente de México y el PAN tenía en su poder el gobierno federal, el entonces titular de la Procuraduría General de la República (PGR, hoy FGR), Daniel Cabeza de Vaca Hernández, se lavó las manos del caso Lydia Cacho, con el jodido argumento de que Kamel Nacif y Mario Marín Torres, el “Góber Precioso”, no habían cometido delitos federales.

Kamel Nacif

Incluso, el poder ejecutivo presidencial panista de la época, a través de dicha dependencia, minimizó el ataque a Lydia Cacho cuando señaló que “la PGR sólo considera que pudieran haberse cometido delitos de carácter federal derivados de la intervención de llamadas telefónicas y la filtración de las grabaciones a medios de comunicación”, según nota del diario nacional La Jornada, que dio seguimiento al asunto:Para la PGR, Mario Marín y Kamel Nacif no cometieron delitos federales

Lydia Cacho

Como director del Análisis del ayuntamiento de Puebla en esa época, tuve que seguir diaria y detalladamente el asunto y recuerdo con perfecta claridad a los funcionarios envueltos en él: El primero, Mario Marín Torres, que cayó en desgracia política por su soberbia y ceguera, aunque es cierto que no fue el único.

Mario Marín

Para empezar, resulta curioso que dos mujeres se prestaron al ataque contra la escritora: La entonces titular de la PGJ, Blanca Laura Villeda y la juez que giró la orden de captura, Rosa Celia Pérez González, quien –por cierto- en el 2013 (sexenio panista de Rafael Moreno Valle) fue contratada por el ex procurador Víctor Carrancá Bouquet para dar cursos de capacitación.

ADOLFO KARAM, GUILLERMO PACHECO PULIDO, ETC

También desempeñaron roles importantes el exdirector de la policía judicial, Adolfo Karam y Guillermo Pacheco Pulido como presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ). Todos los personajes señalados tenían como común denominador, además de Mario Marín, al PRI y sus derivados, que hoy viaja en el cabus de PAN en las elecciones concurrentes de junio:

Sí, el hoy candidato de Morena a la gubernatura, Alejandro Armenta Mier, fue funcionario estatal o municipal en varias administraciones priístas: Con Manuel Bartlett, Melquiades Morales, Mario Marín Torres, etc. Sin embargo, su nombre NUNCA se mencionó en el larguísimo entramado, ya que no formaba parte del TSJ, tampoco de la PGJ, tampoco era dirigente estatal del PRI en aquel 2006 e, incluso, al menos que yo recuerde, ni siquiera salió en defensa del “Gober Precioso”.

Pocos, muy pocos políticos y menos priistas condenaron el ataque a Lydia Cacho. Felipe Calderón Hinojosa, candidato presidencial del PAN, usó el tema para ganar votos y vino a Puebla a prometer que haría justicia, pero luego de robarse la elección se olvidó del caso, como hizo su partido, ya que tanto priistas como panistas (entre febrero de 2006 y diciembre del 2018) dejaron impunes a los perpetradores: Mario Marin se queda en prisión: Lydia Cacho

NADA QUE VER CON ESO: ALEJANDRO ARMENTA

Hoy que la alianza Mejor Rumbo para Puebla amaga con usar a Lydia Cacho con fines electorales, como hicieron Vicente Fox y Felipe Calderón en 2006, tal vez primero deban tomar en cuenta que ninguna de sus voceras (Nancy de la Sierra, Nadia Navarro) defendió –en su momento –a la escritora de “Los Demonios del Edén”.

Por su parte, Armenta Mier reiteró su no intervención en el asunto: “Le envío a Lidia nuestro respeto, nuestra admiración por su lucha, por su trabajo, pues es evidente la desesperación que tienen ellos, por eso es que tal vez busquen desvirtuar, pero el problema está en el PRI, fue un acto de abuso cometido en un gobierno priista”

“Entonces, en todo caso quien abandera al PRI son ellos, no nosotros, entonces que asuman su responsabilidad, que no se escondan, luego se ponen la camiseta y les da vergüenza y luego se la vuelven a quitar, pero es un tema de ellos, no de nosotros, a Lidia Cacho nuestro respeto, es una luchadora social y una mujer que admiramos y respetamos, yo no tengo nada que ver con eso y no tengo por qué asumir una responsabilidad que no me toca, así de sencillo”, subrayó cuando le preguntaron del tema.

 

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