José Alberto Mora Zamorano
Doctor en Filosofía y comunicador
Las relaciones internacionales basan sus teorías en filosofías políticas; entre las grandes escuelas de pensamiento podemos encontrar tres paradigmas: el realista, el idealista y el marxista. A esta lista de escuelas podemos agregar una más, nacional y nacionalista, conocida como la doctrina Estrada que se basa en la máxima de la autodeterminación de los pueblos y lleva su nombre por el político mexicano Genaro Estrada. Las teorías se utilizan para explicar esquemáticamente las relaciones entre países para lo cual hacen elección e interpretación de hechos que consideran significativos; intentan ser explicaciones de la realidad sin sustituirla o son utilizadas para manipular su interpretación.
La teoría realista concibe a las relaciones internacionales desde la máxima del Thomas Hobbes: el hombre es el lobo del hombre; por lo que las relaciones entre países son un campo de fuerza, de guerra fría o caliente. La teoría idealista se basa en el concierto de las naciones; viene del pensador Immanuel Kant y presupone el ordenamiento racional-jurídico de todas las naciones para buscar la paz perpetua como meta. La teoría marxista toma su nombre de Karl Marx; se fundamenta en el concepto de revolución proletaria mundial y la lucha de clases nacional. Como la realidad no es pura, tampoco lo son del todo las teorías; por ejemplo, Lenin parece acercar el marxismo al realismo al promover las luchas de clase nacionales con la revolución mundial, o Huntington al hablar del choque de civilizaciones logra conjugar el realismo hobbesiano con cierto racionalismo más liberal pero que busca la concertación de una paz.
El TEMEC como resultado del TLCAN, ha sido concebido originalmente como un tratado comercial cuya visión política se basa en cierto idealismo: las relaciones comerciales cimentan las bases de relaciones jurídicas internaciones que permiten, por primera vez en la historia del país, tender relaciones de intereses compartidos, razonables y jurídicamente acordados entre México y los Estados Unidos, modificando las hostilidades pasadas; se incluye a Canadá para integrar un bloque que se conciba como América del Norte.
El nearshoring es un fenómeno económico mundial que surge a raíz de la invasión a Ucrania y los conflictos comerciales entre China y los Estados Unidos; busca acercar la producción de insumos de capital para consumo de la industria norteamericana (principalmente estadounidense), y tiene como destino natural a México. La geografía, la incipiente infraestructura de comunicaciones y transportes y, principalmente, los diversos tratados de libre comercio que celebró México en el mal llamado período “neoliberal”, le permiten ser el punto de encuentro de las empresas transoceánicas y puente con el mayor mercado del mundo; y así beneficiar las finanzas públicas y poblacionales de los mexicanos con la apertura de fuentes de empleo y aumento de demanda de consumo interno.
La doctrina Estrada básicamente es un fósil, que no permite hablar en defensa de países hermanos, del tercer mundo o del bloque latinoamericano sin romper su mismo principio: la no intervención. También resulta paradójica si pensamos que los países llamados del sur no miran hacia México, sino a Brasil. Mientras el resto del mundo inversionista no nos quita la mirada.
José Alberto Mora Zamorano
Doctor en Filosofía y comunicador
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