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Ante un nuevo año, las empresas planean sus objetivos y estrategias, de modo que es común la pregunta, ¿cuánto presupuesto debo destinar para marketing?

Las áreas de marketing seguirán siendo clave en 2022.

El presupuesto para marketing es una guía que ayudará a las empresas a encaminarse a sus metas, señala experto.

El marketing es un área que cobra cada vez más relevancia tanto al interior como al exterior de las empresas. Este departamento es vital para llevar un mensaje a la audiencia, crear un vínculo con el cliente, facilitar ventas, presentar nuevos productos y servicios o mejorar la percepción sobre la marca. No obstante, para conseguir estos objetivos es vital definir una estrategia y contar con una área fuerte y sólida.

Con la llegada de un nuevo año, muchas empresas aprovechan para reestructurarse o plantear los objetivos anuales, y es común que se pregunten cuánto presupuesto deben destinar a una campaña; esta respuesta está inherentemente relacionada con las metas de la estrategia, el tiempo que durará la campaña y las necesidades del área. En este último apartado hay que considerar desde gastos de publicidad en línea y redes sociales, creación de contenido, hasta presupuesto para contratar a nuevos miembros para el equipo.

“Contar con un presupuesto de marketing permite que las empresas puedan hacer una planificación más sólida al tomar en cuenta las acciones específicas que se van a llevar a cabo, los períodos para estas tareas, los canales en los que se enfocarán los esfuerzos y las personas responsables del proyecto. En pocas palabras, es una guía que nos ayudará a encaminarnos hacia las metas”, señala Mario Fernández, director general de Aliat Agency, despacho de consultoría digital especializado en acelerar el desarrollo de empresas.

De acuerdo con Aliat, éstas son cinco claves para hacer un presupuesto de marketing:

Hay que partir del inicio. Para elaborar un presupuesto de marketing es importante partir de lo más básico a lo más especializado. Para este fin es necesario tener claros los objetivos específicos que se quieren obtener, definir cuáles son las tareas que se tienen que llevar a cabo para cumplirlos y calcular los costos que tomarían estas actividades. La suma de estos tres elementos permitirán tener una visión más completa de lo que se tiene que hacer.

Conocer la audiencia y definir los objetivos. Para poder armar un presupuesto de marketing es importante que la empresa defina cuáles son los objetivos que quiere conseguir con su campaña. Para este fin, es necesario que conozcan bien el perfil de sus usuarios, además de qué tipo de meta específica se quiere obtener. Por ejemplo, si el objetivo es mejorar las interacciones en redes sociales o el posicionamiento en línea, se tendrá que asignar un presupuesto mayor a la generación de contenido y a pautas comerciales.

Después de realizar este proceso se puede elegir el canal correcto para lanzar la estrategia. Se recomienda iniciar con un presupuesto definido y, con base en los resultados obtenidos, poder aumentar este monto, ya que a mayor involucramiento del usuario mayor es el costo. Por ejemplo, no es lo mismo que un marketer busque interacciones en RRSS a ventas en tu e-commerce.

Más presupuesto a acciones con mejor rendimiento. Para armar un presupuesto de marketing se recomienda tomar como referencia los presupuestos de años anteriores y conocer a fondo qué acciones de esas campañas obtuvieron mejores resultados. Iniciar una nueva campaña no significa empezar de cero, se pueden aprovechar elementos de las anteriores para potenciar las nuevas estrategias.

Contemplar todas las posibilidades. Una estrategia exitosa se compone de diversos esfuerzos. Cada uno de estos debe de tener marcado sus objetivos y también sus alcances. Para que una empresa pueda crecer necesita posicionarse en buscadores, generar engagement en sus redes sociales, tener un presupuesto definido para promoción en redes, además de contar con el personal y herramientas para desarrollar contenidos y generar leads.

“Al hacer un presupuesto de marketing piensalo para un plan A, luego imagina que eso no funcionó, ¿cuál sería el plan B? Ahora reflexiona si tu presupuesto del plan A es suficiente para también poder trabajar con el plan B, si la respuesta es no, toca recalcular”, finaliza el director de Aliat.