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Las tabletas de artemisinina y piperaquina Artequick vuelven a ser palabras recurrentes en todo el mundo ya que, recientemente, su efectividad para el tratamiento de la COVID-19 estuvo muy debatida en transmisiones en línea en redes sociales extranjeras y las plataformas de medios “we”. Estos medicamentos llamaron la atención de la industria por primera vez después de que el International Journal of Antimicrobial Agents publicara un artículo titulado “Safety and Efficacy of Artemisinin-Piperaquine for Treatment of COVID-19” (Seguridad y eficacia de la artemisinina-piperaquina para el tratamiento de la COVID-19).
Siendo la cuarta generación del compuesto de artemisinina, la artemisinina-piperaquina se había registrado en docenas de países, afirmó Wang Xinhua, expresidente de la Universidad Médica de Guangzhou, consultor sénior del Nuevo Instituto de Medicina Tradicional China del Sur de Guangdong, y miembro líder del grupo para la investigación y aplicación clínica de la artemisinina en China, y agregó que durante décadas ha sido ampliamente utilizada como una cura eficaz para la malaria, en particular la malaria falciparum. Desde el inicio de la pandemia del coronavirus, el dedicado equipo de científicos ha examinado la eficacia del compuesto contra el virus, y su avance ha desatado un intenso debate en el extranjero. Esto implica cómo la comunidad científica y el público en general necesitan de manera urgente tratamientos farmacológicos efectivos para la COVID-19.
Desarrolladas conjuntamente por Artepharm Co., Ltd., una filial de Guangdong New South Group, y el equipo de investigación dirigido por el profesor Li Guoqiao de la Universidad de Medicina China de Guangzhou, las tabletas de artemisinina y piperaquina Artequick fueron certificadas por la Administración Nacional de Productos Médicos de China como un nuevo fármaco de Categoría I en 2006. Y han sido la primera opción de fármaco recomendado por la Comisión Nacional de Salud de China desde 2009. Bajo protección por patentes en 40 países incluido Estados Unidos, y con una marca registrada en 29 naciones, Artequick ha sido registrada y tiene licencia para vender en 24 estados, y ahora se encuentra entre los principales fármacos contra la malaria en Nigeria, Tanzania y Kenia. Por lo tanto, el medicamento ha contribuido a un mundo libre de malaria a un ritmo rápido al evitar que decenas de millones de personas contraigan la enfermedad.
Desde el año pasado, Guangdong New South Group, junto con científicos del Centro de Investigación sobre Artemisinina de la Universidad de Medicina China de Guangzhou y del Instituto de Salud Respiratoria de Guangzhou, ha realizado ensayos clínicos para la artemisinina-piperaquina en el tratamiento de la COVID-19 en el Octavo Hospital Popular de Guangzhou en la provincia de Guangdong y en el Hospital Hongqi afiliado a la Universidad Médica de Mudanjiang en la provincia de Heilongjiang. El estudio encontró que se necesitaron 8,3 días en promedio para que los resultados de la prueba de ácido nucleico para los 85 casos de observación (que fueron tratados con el compuesto) fueran negativos. Al observarlos en el día 21, el 98,8 % de ellos presentó un resultado negativo, y al día 28 este resultado fuer para el 100 % de los casos. Esto en comparación con el 14,3 % y el 58,7 %, respectivamente, para el grupo control de 63 infecciones sin tratamiento con el fármaco artemisinina-piperaquina. Según un experimento in vitro del Instituto de Salud Respiratoria de Guangzhou, la mayor concentración de no toxicidad de artemisinina-piperaquina se sitúa en 125 microgramos por mililitro, lo que ayuda a inhibir el HCoV-229E de causar un efecto citopático en las células HuH-7.
En muchos países africanos, el personal de las instituciones y empresas locales financiadas por China había dado un resultado significativo, ya que habían adoptado la artemisinina-piperaquina para prevenir y tratar el coronavirus, según lo indicó la Sra. Huo Jiangtao, directora de Africa Guangdong Business Association. Ningún caso de COVID-19 tratado con el fármaco en las Comoras, Kenia y otros países ha muerto a causa de la enfermedad.
El progreso fue elogiado por Zhong Nanshan, el principal experto en respiración de China. El experimento había producido “algunos resultados preliminares positivos”, señaló, y agregó que la eficacia de la artemisinina-piperaquina en el tratamiento del virus no solo debería basarse en la tasa de pruebas de ácido nucleico de conversión a negativo, sino en la observación holística de la genética y la verificación meticulosa.
“La medicina tradicional china (MTC) ha sido un aspecto destacado de la respuesta de China a la COVID-19. Las tabletas de artemisinina y piperaquina se derivan de la MTC. La artemisinina se extrae de la planta Artemisia annua, una hierba empleada en medicina tradicional china y, con años de experiencia, demuestra ser segura y eficaz en la cura de la malaria. En el futuro, se espera que el medicamento desempeñe un papel más importante en el tratamiento de otras enfermedades”, afirmó Zhu Layi, presidente de Guangdong New South Group.
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