Mundo Rural

Hipólito Contreras

De acuerdo a un grupo de activistas por la defensa del medio ambiente y el agua, el socavón en el municipio de Juan C. Bonilla a finales de mayo pasado, se debe a la sobreexplotación del agua en la zona metropolitana de Puebla.

Manuel Bravo Bruno, uno de los activistas, informó en la zona del Izta Popo existen cinco concesiones a empresas privadas para extraer casi 122 millones de metros cúbicos de agua al año.

Este volumen es una enorme cantidad de agua que extraen las empresas, principalmente son sistema operadores de agua potable, refresqueras y embotelladoras de agua. A este ritmo de extracción en solo 10 años es probable que se hayan agotado las reservas de agua en la región del Izta-Popo.

El problema es complejo. Las empresas como Agua de Puebla, Cocacola, Bonafon, entre otras, están haciendo grandes negocios con la explotación del agua en la zona del Izta-Popo, obtienen miles de millones de pesos cada año por la explotación del agua, miles de millones de pesos que se quedan en manos privadas, el agua es de la nación como lo establece el 27 constitucional, es de todos los mexicanos, sin embargo, son empresas privadas las que explotan el recurso para su propio beneficio.

Aquí hay muchas cosas que hay que analizar y en las que el gobierno de Puebla tiene que trabajar a fondo, se trata de un tema ambiental, de impacto ecológico en el valle de Puebla y de impacto económico en más de cuatro millones de personas que viven en la zona metropolitana, se trata también de un tema de leyes, de reformas a favor de los habitantes de la zona metropolitana. Se trata también de un problema demográfico y de ausencia de planificación urbana.

También es un tema de política urbana, un problema grave de crecimiento urbano irregular, de crecimiento demográfico, de contaminación de ríos y aguas subterráneas, de suelo, de invasión de zonas agrícolas, un problema de planificación y ordenamiento urbano.

Como se ve, es un problema complejo que de no resolverse tendrá un impacto fuerte en los próximos años. De seguir las cosas como van, en pocos años, quizás 20 o 30, la zona metropolitana de Puebla será la zona más insegura y peligrosa del mundo, la menos indicada para vivir por los graves problemas que enfrentará: una fuerte escasez de agua, de alimentos, una zona urbana con temperaturas de hasta 35 grados, una zona muy insegura y violenta, en fin la peor región del mundo.

Hoy este y los siguientes gobiernos tiene que trabajar en los siguientes temas: Retirar concesiones a empresas privadas en la explotación del agua, el servicio de agua potable lo deben proporcionar los ayuntamientos con el apoyo del gobierno del estado, instalar las plantas de tratamiento para tratar todas las aguas residuales de los municipios, por ley la empresas privadas deben tratar sus aguas, desarrollar un programa de uso adecuado del agua en todos lados, campañas de concientización sobre al ahorro del agua, instalación de medidores en empresas de alto consumo y el compromiso de tecnificar sus sistemas para ahorrar agua.

El gobierno del estado debe trabajar en: prohibir más asentamientos humanos en la zona metropolitana, no más permisos de construcción, desarrollo de una política de impulso a la zona agrícola de la zona metropolitana para seguir produciendo alimentos, impulsar una política de polos regionales de desarrollo para distribuir la población del estado y evitar que se concentre en la zona metropolitana, un intenso programa de reforestación en la zona para generar más agua y oxígeno y atraer más especies animales, trabajar por una ciudad verde y sustentable.

El gobierno federal y estatal debe promover y hacer un llamado a la población a saber controlar su crecimiento, es decir que si hay tierra para alimentar a cien, por ejemplo, la población no debe crecer a 200 porque habrá problemas. El gobierno debe trabajar en la planificación demográfica.

Si esto hace este y los siguientes gobiernos Puebla y su zona metropolita será el mejor lugar del mundo para vivir, si no lo hace será el peor lugar del planeta.

El socavón de Juan C Bonilla es sólo el principio, es solo la primera llamada de atención de la naturaleza, es como si nos advirtiera: “humanos, su sistema político y económico destructivo me ha causado mucho daño, normen y planifiquen su crecimiento poblacional, cuiden sus recursos, cuiden el agua, los suelos, los bosques, las especies animales, su vida de hoy y futura depende del cuidado de los recursos”.