Fauna Política
Por Rodolfo Herrera Charolet
Las elecciones del 2021 confirmaron la pérdida del registro del ya extinto Partido Encuentro Social que se había reciclado como Partido Encuentro Solidario, mismos colores con los mismos dirigentes. No obstante de que el partido reciclado había acumulado operadores políticos los perdió en el camino. Se entregó al canto de las sirenas entre sus océanos y en algunos de los casos traicionó a los aspirantes y candidatos.
El oportunismo antes que el análisis sensato, llevó a sus dirigentes a colocar candidatos que ofrecieron estructura con el sistema antiguo de tener a miles de seguidores, cuando en realidad eran únicamente sus familiares cercanos, amigos de parranda o simplemente el club de amigos. Privilegiaron que los dirigentes se despacharan a su antojo los cargos de listas plurinominales o candidaturas para familiares y amigos. En otros de los casos postularon a figuras de la farándula o publicidad del momento, pero olvidaron aquellos que trabajaban con estructura. Estas decisiones y la deficiencia en el manejo financiero de las campañas, como la falta de promocionales institucionales y candidatas de paja, provocaron el gran descalabro.
Sin duda el PES ofrecía un proyecto político con ideología clara y que era en estricto sentido contrario a las ideas liberales de la 4T. De haber conservado su registro, pudieron haber sido la contraparte de Morena y PT quienes promueven la legalización del aborto y los matrimonios igualitarios. Temas a los que el nuevo partido reciclado había manifestado su rechazo, por ser un incansable promotor de los principios cristianos, en donde el respeto a la vida, la familia y la unión matrimonial de personas de distinto sexo, son cuestiones que no están a discusión y deben prevalecer.
En el manejo de estrategia electoral, los peces de los océanos no llegaron. El partido había designado este nombre de océanos a los grupos organizados de representación y operación electoral, a los cuales se les asignó los recursos financieros del partido y maniató o limitó el área de difusión y propaganda. Estrategia financiera y electoral que privilegió la burocracia partidista y la estructura en el papel, pero que resultó inoperante y de confeti. La peor estructura y estrategia electoral de un partido, es aquella que existe por escrito pero es inexistente en el campo operativo.
Con los datos publicados por el PREP referentes a los resultados electorales preliminares del 6 de junio de 2021, puedo afirmar que, al menos en el estado de Puebla, las candidaturas de paja fueron una realidad, puesto que el PES poblano registró 37 planillas que en total acumularon 438 votos, en promedio 12 votos por planilla contendiente, cuando debieron de haber sido, al menos, 18 por el igual número de integrantes registrados. Dicho más simple, ni los candidatos registrados votaron por ellos mismos, tal es el caso del municipio de San Felipe Tepatlán, ni la candidata a presidenta municipal votó por ella misma, al registrar el PREP cero votos a su favor; San Jerónimo Xayacatlán dos votos; tres en Totoltepec de Guerrero, al igual que en San Martín Totoltepec; cuatro obtuvieron en Atzala, Domingo Arenas, Juan Galindo y Huehuetlán El Chico. Entre otros ejemplos de planillas inoperantes de presunta manufactura amañada o ficticia.
Estas y otras simulaciones, provocaron el resultado conocido, que si bien no rebasaron el tres por ciento requerido para mantenerse como partido, lograron el triunfo en cinco presidencias municipales, entre ellas; Jalpan, Acateno y Coatepec. Además de 83 mil 720 votos en la entidad. La baja votación a su favor en Puebla y a nivel nacional, provocó que no lograran representación en la cámara legislativa, tanto federal como local. Dicho más simple, el dirigente estatal que se apuntó en el primer lugar de la lista plurinominal, no será diputado.
La designación y permanencia de las siglas PES es más ideológica que circunstancial. Resulta ser un anacronismo del PEZ cristiano. Así que la “palomita” que se hizo con el dedo pulgar e índice como saludo y promoción entre los candidatos no es ociosa. El símbolo secreto del PEZ recibía el nombre de ichtus o ichthys, cuyo acrónimo significa Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador. Para que dos cristianos se reconocieran, en aquellas épocas de persecución, uno de ellos dibujaba un arco de arena y el otro debía completar la figura del pez.
Así que derivado de su ideología, el reciclado PES, desde su versión anterior era la voz discordante pero necesaria. Era la parte conservadora y cristiana que de forma política y velada influía dentro de la 4T que promueve leyes que parecen libertinas, pero que ya se requieren en una nueva sociedad, incluyente y diversa. En resumen un partido con ideología y proyecto único, propio y necesario. Una voz discordante que aportará distinto punto de vista de mayorías o minorías, a fin de que el fanatismo no acabe con los equilibrios sociales que se requieren.
Así que no resulta ocioso mencionar que tras darse a conocer la pérdida del registro nacional, el dirigente nacional acaparó la atención tras informar que demandarían a quien “secuestró” su sitio de redes sociales, en donde promovieron la simpatía hacia la comunidad LGBTTTIQA, grupo antagónico para el PES y su ideología.
Como buenos promotores de los valores cristianos, saben que cometieron los mismos pecados, no fueron guardianes de su palabra ni leales a la honorabilidad de los acuerdos. Así que sufren y repiten su penitencia de perder el registro, aun cuando se decía que un nuevo partido era en realidad un PES reciclado.
¿O no lo cree usted?