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Con anterioridad, Marruecos había denunciado que la Unión Europea no le estaba destinando los fondos suficientes para contener la migración

El arribo de más de seis mil migrantes al enclave español de Ceuta podría ser un movimiento organizado por Marruecos como un medio de presión a la Unión Europea, a la que ya había reclamado que no le estaba destinando los fondos suficientes para la contención migratoria en sus fronteras, consideró el Dr. Javier Urbano Reyes, académico de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

A Urbano, docente e investigador del Departamento de Estudios Internacionales, le resulta “sospechoso” que Marruecos esté perdiendo el férreo control que tiene en su frontera, particularmente en Ceuta y Melilla, y que de pronto varios miles de personas salgan por el mar, el lugar más común y vigilado de tránsito migratorio.

La sinergia evidente en los pasados años en los que el nivel de cooperación en el control fronterizo había generado una baja clara en los cruces hacia esas posesiones españolas, y su aumento exponencial en estos días, sólo se podría explicar por el incumplimiento de acuerdos (implícitos o explícitos) de algunas de las partes (España o Marruecos) o de las propias instituciones comunitarias.

Por esta razón, para el internacionalista esta ola migratoria que intenta ingresar por una zona específica deja ver un nivel básico de organización, por lo que no parece tener nada de espontánea. Y es que, en contraste, en los movimientos migratorios espontáneos las estrategias se centran en el asalto a las vallas y es inusual el intento de ingreso por mar, precisamente por la férrea vigilancia de las policías fronterizas.

Es así que la presente oleada es percibida por el doctor como una presión política que está ejerciendo Marruecos, copiando lo que en el pasado hizo exitosamente Turquía que, como el otro “tapón” a la migración a Europa -hacia Grecia-, generó presión para conseguir más recursos para contener a las y los migrantes en su territorio o de cara a su insistencia en ingresar a la Europa de los 27.

En este diferendo diplomático entre España y Marruecos por el tema del control migratorio, la primera ya ha dejado ver que no va a aceptar ese tipo de presiones y que, ante el aumento de la migración, sea espontánea u organizada -utilizada con fines políticos-, su reacción va a ser lo que ya ha hecho: contención, represión y retorno inmediato.

Con las “devoluciones en caliente” que ya comenzaron, las personas migrantes son aseguradas tan pronto ingresan a territorio español o a las posesiones españolas, y son retornadas en cuestión de minutos o unas pocas horas a sus países de origen. De esta manera, el país europeo envía el mensaje de que no permitirá que la migración se mueva en esas dimensiones.

Por último, el Dr. Javier Urbano dijo que lamentablemente este tipo de polémicas sólo terminan por beneficiar a los traficantes de personas, quienes cuando aparecen estas tensiones incrementan sus “cuotas” y con ello el costo de la movilidad migratoria. Evidentemente, estas acciones de represión van a generar un efecto desviación, es decir, los y las migrantes optarán por intentar ingresar a Europa por zonas más peligrosas, con el aumento de los riesgos a su integridad.