Staff/Rossi
Las finanzas personales tienen una estrecha relación con el ánimo de las personas, ya que una buena administración del dinero reduce los niveles de angustia y estrés ocasionados por los desafíos que implica el cumplimiento de los compromisos económicos.
En el marco del Día Internacional de la Felicidad, el cual se celebra cada 20 de marzo por decreto de la Organización de Naciones Unidas (ONU), “repensar el concepto de felicidad y su relación con la finanzas personales se vuelve indispensable, sobre todo a raíz de la crisis económica ocasionada por la pandemia por COVID-19”, señala Fernando González, CEO de Coru, gimnasio financiero digital.
Inclusive la ONU, en el Índice global de felicidad 2020 (World Happiness Report), hizo especial énfasis en la importancia que tienen la felicidad y bienestar para lograr y medir el desarrollo social y económico de la población, sobre todo luego de la pandemia. En dicho ranking, México se coloca en la posición número 24 de 52 naciones.
Datos de Coru evidencian la relación que tienen las finanzas personales y el estado de ánimo de las y los mexicanos. De acuerdo con la plataforma, el 89% de la población se siente triste si no pueden pagar algo; en contraste, 4 de cada 10 van de compras cuando se sienten tristes, ya que les ayuda a levantar el ánimo.
“Ir de compras para mejorar el estado de ánimo puede ser una mala decisión para nuestras finanzas personales, ya que dichas compras no obedecen a una necesidad, sino que son plenamente emocionales, y por ello, pueden alcanzar sumas elevadas. Y en este sentido, el 82% de quienes realizan compras costosas experimentan culpa o arrepentimiento luego de realizar esta actividad”, añade el CEO de Coru.
El mal manejo de las finanzas también puede ocasionar problemas al interior de la familia, según Coru, pues poco más de la mitad de las y los mexicanos (60%) ha tenido discusiones con sus seres queridos por dinero y el 87% se siente estresado tan sólo por hablar de sus finanzas.
¿Cómo podemos estar felices con nuestras finanzas?
Programar un presupuesto. Hacer un presupuesto mensual y apegarse a él es el primer paso para mejorar las finanzas personales. Para ello, es necesario comparar mes con mes los ingresos y egresos, tanto fijos como variables y detectar los gastos que se puedan prescindir o reducir.
Fondo de ahorro para emergencias. Con la reciente pandemia, la idea de contar con un fondo de ahorro para emergencias se convirtió en una necesidad, ya que este dinero extra podría ser de gran utilidad ante alguna situación imprevista. Sin embargo, sólo el 39% de las y los mexicanos cuentan con un fondo de emergencia para cubrir gastos en caso de enfermedad, pérdida de empleo, entre otros, de acuerdo con datos de Coru.
No abusar de las tarjetas de crédito. Las tarjetas de crédito son un excelente producto financiero, siempre y cuando se usen de forma adecuada. Estos plásticos no representan dinero extra; son un instrumento para gestionar las finanzas y programar los gastos para que el usuario pueda saldarlos posteriormente.
Uno de los errores más comunes al momento de usar una tarjeta de crédito, es abusar de los pagos a meses sin intereses o la domiciliación de servicios. A pesar de que ambas son opciones que nos dan muchas ventajas para extender nuestra capacidad de pago, debemos considerar el saldo de cada uno como parte de nuestro presupuesto para así evitar excedernos en gastos.
Evitar los gastos impulsivos. Para evitar los gastos impulsivos y que posteriormente representen un problema financiero, es importante planificar cada compra y asignarle un presupuesto.
“Sin duda las finanzas personales impactan en la felicidad de la población, por ello es importante promover acciones de educación financiera, buen manejo de los productos y servicios, así como herramientas y recomendaciones que sirvan a la población para administrar correctamente su dinero y tener finanzas sanas”, señala Fernando González.