Se olvidaron del campo: Hipólito Contreras

Mundo Rural

Hipólito Contreras

No son posiciones políticas o que las organizaciones campesinas sólo quieran expresar que son oposición, se trata de una realidad que se vive en el campo poblano y nacional, las voces de los productores dicen que hay abandono al sector agropecuario, que no hay recursos ni apoyos para impulsar la producción y al mismo tiempo mejorar la economía rural.

No hay líder campesino ni organización campesina que no exprese su descontento por la política agropecuaria que sigue el gobierno de Morena, una encuesta sencilla comprobaría que la inconformidad es generalizada, por lo menos en Puebla es lo que se observa.

Se reconoce que por la pandemia del coronavirus todo fue dañado en el país, la educación, el campo, la industria, los servicios, el comercio, pero este gobierno ya entró en su tercer año, está casi a la mitad de su periodo y no se ven los verdaderos cambios prometidos, lo que se ve es un cierre de programas y una reducción de recursos a los programas, en este caso del sector agropecuario.

Con todo y corrupción, que se reconoce la había, pero el campo creció en los gobiernos priistas y panistas, México recuperó su capacidad exportadora en varios productos, la balanza agropecuaria era favorable a México, los único que se importaba eran granos forrajeros porque la producción nacional no alcanzaba, México estaba avanzando a la autosuficiencia alimentaria.

Sí había corrupción, era lo malo de los gobiernos del PRI Y PAN, pero había obra pública, había cobertura de salud, educación y recursos al campo, aun con corrupción la economía mexicana era la onceava del mundo.

Si, el sistema fallaba porque que la riqueza no estaba bien distribuida, había y hay grupos de privilegiados que concentraban y concentran la mayor parte de la riqueza nacional, pero aún así el país crecía al 2 por ciento anual, era la economía más fuerte de Latinoamérica, el país crecía desigual, pero crecía.

Hoy a los errores del gobierno se suma la pandemia, el resultado es una economía afectada, muy dañada, con un creciente desempleo y una mayor pobreza en amplios sectores de la población, estamos peor que antes.

Veamos concretamente en el sector agropecuario lo que está pasando. Se acabó el financiamiento y la investigación en el campo, ni siquiera hay una institución de gobierno que se encargue de financiar al campo, no existe crédito para los productores, lo que hay son bancos privados que aplican altas tasas de interés y ponen mil requisitos, de modo que un 80 por ciento de los productores no tienen acceso al financiamiento.

El gobierno federal debe tener una institución financiera que apoye directamente a los productores, con tasas preferenciales, el gobierno debe apoyar las actividades productivas, proyectos productivos, debe apoyar la capacitación, la comercialización, mecanización y transformación de los productos del campo.

El gobierno debe impulsar la infraestructura del campo, más presas, más tierras al riego, más caminos para sacar las cosechas, más agroindustrias para transformar los productos del campo, debe impulsar más la investigación para producir más a menores costos.

El gobierno debe impulsar la formación de más técnicos y profesionistas del campo para que asesoren a los productores y se sumen a los proyectos productivos, debe crear más escuelas para la formación de los mismos.

El gobierno debe impulsar la acuacultura para la producción de peces en los estados sin litorales y con ello mejorar la economía y la alimentación de las familias campesinas, debe impulsar las artesanías en los pueblos indígenas para mejorar sus condiciones, debe impulsar el turismo, debe impulsar la cosecha de lluvia en comunidades.

El gobierno debe impulsar la reforestación que es vital para la recarga de los mantos acuíferos y la protección de las especies, debe impulsar la producción de maguey, de bambú, de maderas finas, porque no sólo son retenedores de suelo, sino buenas alternativas económicas.

El gobierno impulsar la producción de fertilizantes orgánicos para proteger el suelo y la salud de la población, debe ir retirando gradualmente el uso de productos químicos que son peligrosos y cancerígenos.

El gobierno debe parar las concesiones de grandes superficies a empresas nacionales y extrajeras para la extracción de minerales, por el daño que se causa al medio ambiente y a las comunidades.

El gobierno de aplicar precios de garantía de los productos del campo para que los productores no caigan en manos de los intermediarios o se obligue aceptar los precios de las empresas

Nada de esto hace el actual gobierno de la llamada Cuarta Transformación, todo se lo deja a los particulares los que sólo se dedican a explotar los recursos para incrementar sus ganancias.

Como me decía un productor de cebada de la región de Libres-Oriental, el campo está en la orfandad, en el abandono total por los gobierno federal y estatal, no hay apoyos, el gobierno estatal solo apoya con cinco mil pesos una hectárea por productor, eso significa nada, nadie, afirmó, va a armar expedientes y a perder su tiempo por una hectárea.

Esa es la realidad que se vive en el campo poblano y nacional, esto puede provocar por una parte el desplome de la producción nacional y un abandono de tierras al no ser ya rentable producir, esto puede llevar a un alza en precios de los productos del campo y una escasez de alimentos en los próximos meses.

Siempre lo he comentado en estas líneas, el campo debe ser considerado un sector prioritario por parte del Estado mexicano, el campo simplemente da de comer a 130 millones de mexicanos, debe ser una prioridad para cada gobierno que entra si importar su tendencia ideológica, si un país produce los alimentos que necesita no tendrá mayores problemas.

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