El Sol de Puebla

La rebeldía de la juventud y la base familiar hicieron que la gimnasta sacará su mejor versión y sorprendió a todos con su entrega en el evento queretano

La juventud siempre es una etapa de confusión, hay momentos en los que no sabemos qué queremos, cómo lo queremos o en dónde. Nos ha pasado a todos, pero de repente llega una señal que nos hace seguir nuestro camino, explotar nuestras habilidades y convertirnos en los mejores. Así le pasó a Andrea Armendia Morfin quien conquistó tres medallas de oro en el Campeonato Nacional de Gimnasia Artística en el gimnasio Multifuncional de Querétaro.

La base familiar es muy importante y más a los 16 años, Andrea no sabía si continuar o no en la gimnasia, a edad queremos estar con amigos, disfrutar la vida, pero el destino nos tiene preparado algo mejor sí lo entendió la poblana al bañarse de oro.

Fueron tres medallas de oro de la prueba de piso, barras y el all around, creo que competí contra diez, pero había muchas niñas de otras categorías y vi bien el nivel. Estuve nerviosa porque en mi ronda veía a las niñas y eran muy buenas, había visto a una en especial y nos echamos miradas, yo no sabía que competía contra ella, me enteré al final, no esperaba ganarle, es muy buena, pero le gané”, cuenta Andrea entre risas.

esde los nueve años de edad Andrea comenzó a hacer sus pinitos en un brincolin, su mamá quien también fue gimnasta, fue un apoyo importante para comenzar a hacerlo de manera más sería.

“Mi mamá era gimnasta y desde niña me encarreró a hacerlo, aparte yo tenía un brincolín en mi casa, me lanzaba y mis abuelos y mis papás decidieron a meterme a un gimnasio. Mi mamá estaba muy feliz, mis abuelos y mi papá decían que era un deporte muy peligroso, pero a mí me encanta, entonces no me importa”, recordó con alegría.

Siempre será importante la guía de nuestros padres a la edad que sea, pero a los 16 años, lo es mucho más, Andrea estuvo a muy poco no conocer la gloria deportiva, pues tenía que tomar la complicada decisión de seguir o abandonar los entrenamientos. Pero ahí estuvo su familia, para animarla a ponerse a prueba.

“El año pasado pensaba en no ir al nacional, hablé con todo mundo y lloraba porque si quería, pero no quería, entonces todo mundo me dijo que lo intentara. Es que estaba harta, tenía muchas lesiones y no estaba segura. Me dijeron que si no me gustaba en el estatal pues ya no competiría más, pero si sí tendría la oportunidad de ir al nacional, competí y me fue bien”, explicó Armendia Morfin.
Esas mismas ganas de vivir la llevaron a tomar el coraje de competir, dejar atrás esos momentos críticos de confusión y nos demostró de lo que es capaz cuando se lo propone.

“Ya iba en un nivel muy alto para dejarlo por un berrinche, porque eso era, quería salir con mis amigos y ese tipo de cosas, pensé bien las cosas y dije: tengo buen nivel… ¡Venga!”.

“Me di cuenta que me seguía gustando, venia entrenar y no quería, pero me lesioné el hombro y me pusieron cabestrillo y ahí fue donde dije: ¡No manches! No puedo hacerlo. Comencé a extrañar hacer la gimnasia, ahí me di cuenta que sí me gustaba mucho”, explicó.

Lo que es un hecho es la calidad de Andrea, la cual la ha hecho darse cuenta que es una poblana destacada en lo que hace, deberá darse tiempo para los estudios y la gimnasia, tal como los hacen los atletas profesionales cuando van tras un sueño.

“Ahorita me voy a enfocar en la escuela, es mi último año de prepa, dependiendo veo si sigo en gimnasia o así, aun no sé qué estudiar en la universidad, pero me tomaré ese tiempo, sin dejar la gimnasia”, aseguró Andrea Armendia Morfin.