Rossi A. G.
· México es uno de los países con mayores índices de acoso en niños de edad escolar. Los niños con talla baja son más vulnerables a sufrir este tipo de violencia.
· Es necesario vigilar el correcto crecimiento de los niños, el cual promedia los 6 centímetros por año, entre los 4 y 11 años de edad.
Ciudad de México a 30 de abril de 2019.- Las características genéticas de la población mexicana sitúan a nuestro país entre los de mayor prevalencia de talla baja en Latinoamérica. Además, otros factores que se han asociado a padecer esta condición son enfermedades crónicas y la deprivación psicosocial, que es el conjunto de circunstancias que pueden obstaculizar el normal desarrollo cognitivo, físico, emocional y que además, puede estar relacionada con bullying.
En el marco del Día Mundial de Lucha contra el Bullying o el Acoso Escolar, que se conmemora el 2 de mayo, la Dra. Nayely Garibay Nieto, endocrinóloga pediatra del Hospital General de México, Dr. Eduardo Liceaga y del Hospital Ángeles del Pedregal en la Ciudad de México, habló sobre la talla baja, padecimiento que puede afectar a los niños en cualquier etapa de su desarrollo. “La talla baja puede manifestarse como consecuencia de una enfermedad crónica, hábitos de alimentación inapropiados, vida sedentaria, restricción de horas de sueño y también por padecimientos relacionadas con producción insuficiente de hormona del crecimiento. De igual manera, el crecimiento puede verse afectado en forma aguda y mostrar interrupción repentina cuando el niño es sometido a situaciones de estrés físico o emocional.”
En la actualidad, el hecho de padecer talla baja, es uno de los motivos más frecuentes de bullying en las escuelas del país y es que, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México es uno de los países con mayor índice de acoso en niños en etapa escolar. Se estima que el 12% de los niños de entre 4 y 11 años se ven afectados por este problema.
Existen diversas causas que ocasionan la talla baja en los pequeños, siendo las más frecuentes:
· Las variantes normales de la talla baja.
· La talla baja familiar o genética.
· Retraso constitucional del crecimiento y desarrollo: condición caracterizada por baja estatura y maduración esquelética retrasada, en niños sanos. Este patrón de crecimiento y desarrollo se acompaña generalmente de retraso en el inicio de la pubertad y del estirón de crecimiento, pero el número de centímetros que se ganan anualmente es normal y los niños alcanzan una estatura final normal en relación a su genética familiar.
· Las causas anormales y que requieren estudio e intervención.
· Enfermedades: Generalmente sistémicas, como problemas renales, pulmonares, cardiacos, alergias respiratorias o intestinales, síndromes genéticos, entre otras.
· Deficiencia parcial o total para producir la hormona de crecimiento o resistencia a la acción de la misma.
· Prematurez y bajo peso al nacer con ausencia de crecimiento de recuperación de estatura en los primeros 3 años de vida.
“Es un derecho de los niños ser atendidos en sus necesidades de óptimo crecimiento. Cuando se detecta alguna causa anormal de la talla baja, es recomendable determinar la velocidad del crecimiento durante algunos meses y, una vez que se han corregido las posibles causas y se ha establecido la predicción de estatura final, una evaluación médica completa revelará si el paciente requiere recibir una terapia adicional con hormona del crecimiento”, explicó la Dra. Garibay Nieto.
A partir de los 2 años y hasta la edad en la que los niños cierran los cartílagos del crecimiento, podrán recibir el tratamiento adecuado y presentar resultados positivos. La somatropina u hormona de crecimiento recombinante es una opción segura, ya que es idéntica a la hormona que se encuentra de forma natural en los humanos, de allí la importancia de acudir con el especialista en Endocrinología Pediátrica, quien hará un diagnóstico preciso y ofrecerá la mejor opción de tratamiento.
Es necesario estar alerta si se nota que el niño o niña no crece, en promedio, seis centímetros al año entre los 4 y los 11 años de edad. “La deprivación psicosocial que causa el bullying en los niños y adolescentes, puede limitar el crecimiento de sus niños. Por ello exhortamos a los padres de familia a fomentar hábitos saludables en casa y a dar un seguimiento constante al crecimiento de los menores, una atención oportuna aumentará su estatura y autoestima, impulsará su desempeño escolar y mejorará su calidad de vida.” finalizó la Dra. Garibay.