Elvia García Huerta
Durante el primer fin de semana de la temporada vacacional, familias poblanas “desairaron” el Espejo de Agua del Parque Amalucan, que fue reabierto este domingo, al argumentar que prefieren acudir a un verdadero balneario que cumpla con las medidas de protección civil en este periodo de vacaciones.
Para evitar la saturación de la demanda, se estableció un nuevo esquema de ingreso para que sea controlado, lo que generó el descontento entre los capitalinos, pues al saber de la medida, algunos manifestaron que mejor optaron por retirarse del lugar y otros por esperar su turno.
Los grupos permitidos son en bloques de 150 personas, no obstante, en este primer día la demanda no alcanzó la expectativa, pues apenas solo algunas partes de la laguna se veían ocupadas en su mayoría por menores de entre 8 y 13 años de edad, acompañados de un adulto, mientras que el resto optaban por sentarse en las orillas cubriéndose con sombrillas del fuerte sol propio de Semana Santa.